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miércoles, 29 de enero de 2014

La magia existe... Estar presente



Hace unos días iba en el tren de cercanías con destino a Villalba dando los “últimos toques” a la clase que iba a dar minutos más tarde. En la tranquilidad de un vagón que iba casi vacío con la carpeta apoyada en mis piernas y el MP4 con música suave… Totalmente concentrada. Levanté la cabeza para buscar un bolígrafo en el bolso… a través de la ventana el atardecer estaba precioso, las nubes moradas hacían curiosas formas, como dos manos acariciando la silueta azul de las montañas sobre un fondo naranja intenso, una explosión de color con mil matices ¡Qué maravilla! El universo pinta los mejores cuadros con el pincel de Dios.


Esta mañana hacía frío, el viento helado parecía congelar mis orejas, la suave y fina lluvia mojaba mi cara ajena a un paraguas al que el aire se atrevía a desafiar. Iba a clase de Yoga caminando por una ruidosa avenida con mucho tráfico donde se respira la agitada vida de la ciudad totalmente despierta. Los árboles desnudos se cimbreaban con el viento… observé mi alrededor disfrutando de pequeño paseo hasta llegar al polideportivo... y allí estaban, en un árbol al que el otoño no había conseguido arrebatar todas sus hojas había dos gorriones, como dos pequeñas pelotitas haciéndose arrumacos en una rama y dándose besitos con el pico, ajenos al frío, la lluvia y la frenética actividad que había a su alrededor. Viviendo el presente, así sin más.


El sábado pasado un amigo me envió unas fotos de la Plaza de Callao y la Gran Vía justo en el momento en el que el sol iluminaba la parte alta de los bellos edificios de la zona, en las fotos el sol ilumina de una forma especial, es como si la tibieza del sol en el ocaso se pudiese tocar, se pudiese sentir… como si el suave calor de nuestro astro rey en ese atardecer invernal fuese palpable en las fotos… Me maravillé cuando las recibí por el WhatsApp. Cuando media hora más tarde nos vimos me explicó que tan sólo unos minutos después de hacer estas fotos el efecto desapareció.


Cada momento es irrepetible. Estar presente es vivir en plenitud.


Habitualmente pensamos en lo que sucedió hace unos días, semanas, quizás años… o en lo que haremos mañana, dentro de unos meses, en verano… olvidando que lo más importante es lo que está ocurriendo ahora. Lo ideal sería estar aquí ahora siempre, hacer pequeños “viajes” al pasado o al futuro cuando sea necesario y “anclarse” bien aquí ahora.

Si preguntásemos a un perro, un gato, un pájaro ¿Qué hora es? Seguro que no entendería a que nos referimos (suponiendo que el animal comprendiera el concepto) simplemente diría es “Ahora”.


Hay técnicas para vivir plenamente el ahora y cuando trabajamos con ellas nos sentimos bien, nos sentimos plenos. Todo aquello que nos lleva al presente sin “dejarnos ir por las ramas” nos lleva a estar donde tenemos que estar “en el ahora” y cuando esto sucede la magia existe… entonces todo un mundo que estaba ahí pero que no habías visto abre sus brazos para abrazarte.


La meditación te lleva al momento presente, te lleva a descubrir un paraíso que reside dentro de ti pero que ni siquiera sabías que existía.


Esto es sólo el principio… seguid mi blog, escribiré en profundidad sobre este tema.


Un abrazo desde la magia de esta hermosa noche invernal.

2 comentarios:

  1. Me gusta lo que escribes y cómo escribes. ¡Ánimo! y que disfrutes mucho. Un abrazo. Ana.

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    1. Gracias Anna. Estoy muy contenta con esta nueva aventura. Un abrazo de corazón a corazón.

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